Hace tan sólo unos días, la banda Zafem lanzó su primer álbum que ha incendiado las redes sociales y todas las plataformas de streaming del mundo.
Según una publicación del cerebro de este grupo musical, en tan sólo unos días el álbum ya ha alcanzado el número 5 en una plataforma, después de artistas internacionales como Ed Sheeran con su álbum Deluxe, Various artists, Justin Moore con su opus Stay Dog y The Smashing Pumpkins.
Analizando el álbum desde un punto de vista literario, el escritor y poeta Daniel Loriston elogió a “dos dioses arrogantes” de la poesía.
Sin embargo, algunas feministas han alzado la voz para pedir a Dener Ceide y Réginald Cangé que retiren el tema “Zanmi Femme” del álbum LAS. Lo consideran una apología del sexismo, una promoción continua de la discriminación de género a través de esta canción ya popular.
En este texto, intentaremos poner de relieve los rasgos sexistas a la luz de los avances logrados para la emancipación y los derechos de las mujeres.
En primer lugar, ¿qué es un texto sexista? ¿Cómo podemos detectar los rasgos sexistas en un texto?
“Un texto se considera sexista cuando transmite prejuicios o estereotipos de género que pueden resultar discriminatorios u ofensivos para un grupo de personas por razón de su sexo. Los textos sexistas pueden adoptar muchas formas, desde chistes sexistas a insultos sexistas, pasando por representaciones inapropiadas o degradantes de mujeres u hombres.
“Para detectar apelaciones sexistas en un texto, es importante prestar atención a los estereotipos de género que se transmiten. Los estereotipos de género son creencias culturales muy extendidas según las cuales los hombres y las mujeres tienen características y funciones diferentes, que pueden ser limitadoras o discriminatorias. Los estereotipos de género pueden manifestarse como prejuicios o generalizaciones, y a menudo pueden identificarse por el uso de ciertas palabras o frases que describen a las mujeres o a los hombres de forma inexacta o reductora” (sic).
“Los textos sexistas también pueden contener ejemplos de discriminación de género, como comentarios sobre el aspecto o las capacidades de las mujeres o los hombres, o estereotipos relacionados con la sexualidad o la violencia. En algunos casos, los textos sexistas pueden ser sutiles o implícitos, y puede ser necesario considerar el contexto en el que se utilizan para determinar si son ofensivos o discriminatorios.