Francisco Gazitúa nació y creció en el campo chileno, rodeado de caballos y naturaleza, en una época en la que todo lo que se quería, se tenía que construir. Durante su niñez aprendió tallado en madera y hierro forjado.
Después de estudiar filosofía, decidió matricularse en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile para dedicarse a la escultura. Fue discípulo de Marta Colvin, Lily Garafulic y Sergio Castillo, pero decidió partir a Londres para seguir aprendiendo.
Durante ocho años estudió, enseñó y expuso en Inglaterra. Sin embargo, dejó todo para volver a Chile hace 40 años a vivir en una cantera en plena cordillera. Hasta allá lo fueron a buscar y su escultura urbana de gran formato hoy se levanta en países como Canadá, Suecia, Holanda y Croacia, entre otros.
Es un acérrimo defensor de la escultura pública, llegando a ser un embajador de Chile a través de esta forma de arte. Francisco logró renovar la tradición escultórica nacional, lo cual lo llevó a ser merecedor del Premio Nacional de Artes Plásticas 2021.
En conversación con CNN Íntimo, Francisco Gazitúa Costabal hizo un repaso por su carrera y por algunas de sus obras más icónicas. Además, abordó, entre cosas, su decisión de retornar a Chile desde Londres.
Volviendo a las raíces
En 1977, Francisco fue becado para cursar estudios de Escultura Avanzada en la prestigiosa Saint Martin’s School of Art de Londres, en Inglaterra, donde fue alumno de grandes exponentes como Anthony Caro, Tim Scott y Philip King. En 1979 fue designado profesor de dicha institución.
Sin embargo, todo cambió hace 40 años cuando decidió retornar a Chile. “Me llamó mi raíz, mi manera de ser, mi formación, la relación que tenía con mi familia. La familia de mi padre está conectada con Valparaíso, con…