“Un Centro Cultural es necesariamente colectivo y polifónico”, sostiene Ezequiel Grimson, director a cargo del renovado Centro Cultural Borges (CCB), un espacio fundacional de la cultura argentina que este viernes reabre bajo la órbita del Ministerio de Cultura de la Nación.
Tras 26 años de ser gestionado por la Fundación de las Artes, el Estado argentino recuperó el año pasado este edificio y monumento histórico nacional para dar vida a una programación diversa y federal que represente a las culturas, así, en plural.
Desde su construcción en 1891, el imponente edificio de estilo parisino -donde funcionan además los locales comerciales de las llamadas Galerías Pacífico- estuvo vinculado al arte y a la cultura. En 1896, albergó la primera sede del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) que incluía también la pinacoteca de la antigua Biblioteca Nacional, como revela Grimson en esta misma entrevista. A mitad de los años cuarenta, Antonio Berni, Lino Spilimbergo, Juan Carlos Castagnino, Demetrio Urruchúa y Manuel Colmeiro realizaron en la cúpula los hermosos murales que hoy son su rasgo distintivo.
Una exposición histórica dispuesta en forma de U protege la colección de “tesoros” del MNBA, con las obras constitutivas de nuestro principal Museo de Arte.
Hoy, la nueva diagramación del Borges implica un trabajo en conjunto con organizaciones de la sociedad civil como las fundaciones Jorge Luis Borges, Julio Bocca, Mercedes Sosa y Luis Felipe Noé. Además, convivirán en él una significativa parte de las colecciones del MNBA y el Palais de Glace; la versión completa del Museo de Arte Oriental, que tendrá por primera vez su propia sede; y el Mercado de Artesanías Tradicionales e Innovadoras Argentinas (MATRIA), con su tienda especializada.
En el piso 3, se ubica el Espacio Mercedes Sosa, exhibición a cargo de la Fundación Mercedes Sosa y curada por Álvaro Rufiner, con imágenes, archivo, objetos y música de nuestra gran cantora.
Un equipo…